MAR ARAL
El mar de Aral, era un lago endorreico, o mar interior,
situado en Asia Central, entre Kazajistán, al norte, y Uzbekistán, al sur. Antiguamente
uno de los cuatro lagos más grandes del mundo, con una superficie de 68.000
kilómetros cuadrados, en la actualidad el mar de Aral se ha reducido a menos
del 10% de su tamaño original.
Mar Aral in 1989 (left) and 2014 (right)
La disminución prácticamente total del mar Aral se dio tras
los trasvases de agua realizados por la Unión Soviética en los años 1960, de
los ríos Amu Daria y Sir Daria que en él confluyen, el mar se redujo de manera drástica, aunque
oscilante. Se pretendía desviar agua para regar cultivos de algodón. Este mal desvió
de ambos ríos, debido a las prisas y la mala calidad de los materiales que
utilizaron, perdieron un 70% de su caudal, esto trajo como consecuencia que
durante décadas el mar no recibiera agua y que esta se acabara evaporando.
Actualmente como vemos en la fotografía anterior del mar
Aral poco queda, este hecho se ha calificado como uno de los mayores desastres
medioambientales ocurridos en la historia reciente. Esto ocurrió por la
avaricia del ser humano y no pensar en las consecuencias de sus actos hacia el
medio ambiente, lo que deriva en desastres ecológicos de esta magnitud que
repercute considerablemente en el entorno, el clima… como en las personas que vivían
de los recursos que les proporcionaba este grandioso mar, que quedó reducido a
una décima parte de lo que era.
Vanesa.
Este
documental que nos representa lo vivido en la catástrofe del Prestige, no solo
para las personas que residían en la zona y alrededores, sino también, para
todas las personas que acudieron a las playas solamente para ayudar y para
limpiar las playas, que al fin y al cabo don de todas las personas del planeta.
A estas personas, voluntarias, se les llamó y se les llama “marea blanca”
representando el mono blanco que llevaban cuando limpiaban las costas gallegas.
En
este documental no solo podemos ver las desgracias de actos de personas que no
hicieron lo “correcto” o que no les dejaron, pero ese es un tema bastante amplio
para tratar. Además podemos ver cómo fueron las vidas de algunos/as voluntarios/as
que vinieron a Galicia voluntariamente para ayudar. Podemos ver que la catástrofe
del Prestige fue un punto y aparte para muchas personas que llegaron de todas
partes del mundo para ayudar a Galicia.
Iria
Tristeza y esperanza son los dos sentimientos principales que me despierta este documental.
Tristeza por la tragedia que supuso todo ese chapapote en nuestras costas de muchas maneras. De manera ambiental acabando con animales y plantas acuáticas, de manera económica ya que muchas familias dependía del mar, de manera política ya que por culpa de su incompetencia, de no haber actuado antes y de forma adecuada se produjo una catástrofe que sufrimos todos menos ellos.
Pero como dije al principio también sentí esperanza por la movilización que hubo. Miles de personas de toda España y del extranjero fueron a los puntos afectados a ayudar en todo lo que pudiese. Pidieron excedencias, vacaciones e incluso hubo gente que dejo su trabajo para trasladarse a Galicia, los estudiantes aprovechaban sus vacaciones para ir y ayudar. Y todo eso ocurrió poco después de que se produjera la catástrofe, antes de que ningún político tomase ninguna medida. Fue un movimiento social muy grande y muy importante.
Solo espero que esto no se olvide, ni la parte buena ni la mala, para que nunca se vuelva repetir.
Patricia.
En
la madrugada del 25 de abril de 1998, cedía uno de los muros de la balsa de
residuos de la mina de Aznalcóllar, propiedad de la empresa sueco-canadiense
Boliden-Apirsa, vertiendose a los ríos Agrio y Guadiamar, más de 5 millones de
metros cúbicos de aguas y lodos que contenían una elevada carga tóxica.
El
reportaje “Río de muerte” analiza los efectos de la rotura, el vertido de agua
ácida y lodo contaminante y los primeros trabajos para taponar la balsa. La
dramática situación en la desembocadura del río Guadalquívir en Sanlúcar de
Barrameda (Cádiz) y en los afluentes de la zona. Las causas de la rotura de la
balsa, la investigación judicial y la apertura de expediente por parte de la
Junta de Andalucía. La visita del Rey Carlos Gustavo de Suecia a las minas de
Aznalcóllar en 1992, las protestas previas y denuncias del peligro del
vertedero en enero 1996. El riesgo de los metales pesados y otros agentes
contaminantes, los temores de pescadores y agricultores, cultivos de arrozales
y de algodón de Villafranco. El peligro en acuíferos, huertas, animales, flora,
fauna, suelos, los primeros análisis del agua, la implicación de la Agencia del
Medio Ambiente y empresas privadas. La recogida de peces muertos por parte de
los voluntarios.
Tras
el vertido, la Junta emprende la restauración ecológica de la zona creando el
Corredor Verde del Guadiamar, con la categoría de Paisaje protegido.
Años
antes de producirse el vertido tóxico, antiguos trabajadores de la mina,
empleados de la antigua Agencia de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y
grupos ecologistas habían denunciado el preocupante estado de la presa de
residuos mineros, la escasa capacidad de la planta depuradora y las constantes
filtraciones de contaminantes desde la balsa al río Agrio. Ante estos hechos,
ni las Administraciones españolas ni la comunitaria tomaron medidas encaminadas
a controlar esta insostenible situación. Las denuncias recibidas en la Fiscalía
de la Audiencia Provincial de Sevilla y en el Juzgado de Sanlucar la Mayor
fueron sucesivamente archivadas
Lorena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario